Clasificación de quesos - Quesos Karina
Para
que un queso pueda llamarse queso no podrán utilizarse en su fabricación grasas
vegetales, almidones ni harinas. En la etiqueta debe indicarse el contenido
mínimo de proteína y grasa, así como el máximo de humedad.
Los
quesos pueden elaborarse con leche entera, parcialmente descremada,
semidescremada, descremada, crema o doble crema y su clasificación es la
siguiente:
- Fresco. Se caracteriza por su
elevado contenido de humedad, sabor suave y un periodo de vida de anaquel
corto, por lo que debe estar refrigerado. Se consideran como quesos
frescos: canasto, panela, fresco, ranchero, sierra, blanco, enchilado,
adobado, oaxaca, asadero, mozzarella, morral, adobera, cottage, crema,
doble crema, petit suisse, etcétera.
- Madurado. Estos son los quesos de
pasta más dura, semidura o blanda, sometidos a un proceso de maduración
mediante la adición de microorganismos, mohos o bacterias bajo condiciones
controladas de tiempo, temperatura y humedad para provocar en ellos
cambios bioquímicos y físicos, que les confieren la consistencia y el
sabor característicos. Aquí se encuentran los quesos: cheddar, chester,
chihuahua, manchego, brick, edam, gouda, gruyere, emmental, cheshire,
holandés, amsterdam, butterkase, cabrales, camembert, roquefort y danablu,
entre otros.
- Procesado. Resultado de la mezcla de
quesos madurados fundidos, a los que se les pueden agregar ingredientes y
especias; dentro de esta clasificación están los quesos fundidos y para
untar, como el queso amarillo y la mayoría de los que se venden en
rebanadas cuadradas.